Ever siempre había sido una chica, como cualquier otra: era porrista, tenía un novio guapísimo y una familia que la quería. Pero todo eso cambió cuando toda su familia, su papá, su mamá, su hermana y su perro, murieron en un accidente de auto, un accidente en el que ella fue la única superviviente, un accidente que cambió su vida para siempre...
Ahora Ever vive en Laguna Beach, California, y es todo lo contrario a lo que solía ser: introvertida, tímida, y tan antisocial que su número de amigos de redujo a dos. La razón de éste cambio de actitud, es que ahora Ever tiene un poder especial: ella puede ver las auras de las persona, es decir, sus sentimientos y emociones, y, al tocar a la gente, conoce toda su historia, todos sus secretos, temores y sueños... todo eso entra en la cabeza de Ever, por lo que ella prefiere aislarse en un rincón.
Y su vida recibe una nueva sacudida cuando Damen, un chico guapísimo, se inscribe en su escuela, pero el hecho de que sea guapo no es lo que le llama la atención a Ever, sino que este chico no tiene aura, o al menos no visible para ella, y también está esa sensación extraña de haberlo visto muchísimas veces antes.
Ever comienza a preguntarse ¿Por qué puede ver las auras? ¿Por qué no puede ver el aura de Damen? ¿Por qué siente cosquillas en el estómago cuando lo ve si ella sabe que no debe enamorarse? ¿Por qué puede ver a su hermana muerta? ¿Por qué ella fue la única que se salvó?
Todas estas preguntas comienzan a formularse en la cabeza de Ever... y a ella no le gustará saber la respuesta de muchas de ellas...
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